A uno de los integrantes de este blog le llego esta cadena por mail:
Reportaje a un argentino... diferente
Hola, permítanme presentarme... soy un negro habitante del conurbano bonaerense, aunque bien podría estar viviendo en alguna de las villas de
No he cumplido muchos años de vida pero ya tengo 5 pendejos, por los cuales, gracias a usted, cobro $ 900 en concepto de Asignación Universal por hijo.
A eso hay que sumarle mis $ 1.000 por un Plan Argentina Trabaja, más los $ 150 de mi señora por un Plan Trabajar que se multiplica dado que vivo con mis suegros que tienen otros 2 Planes iguales. Lo que suma en total un importe de $ 2.350 por mi hogar.
Todo eso me viene absolutamente gratis, ya que ninguno trabaja, y lo cobro alegremente en los cajeros.
¿La casa...? Me la regalaron o la tomé, da igual. A eso hay que sumarle alguna changuita que me hago cuando el puntero peronista me convoca y voy a vociferar a la vía pública la marcha peronista en apoyo a Cristina, blandiendo un palo o un fierro amenazadoramente. Muchas veces nos tapamos la cara con pañuelos o pasamontañas, y eso nos hace sentir más fuertes y seguros.
Desde ya que de trabajar, nada. No trabajo. ¿Para qué si con lo mencionado me alcanza y me sobra...?
No pago ningún impuesto, me subsidian la electricidad y el gas, me dan bolsones de comida, calzo zapatillas Adidas de $ 800, veo Direct TV o estoy enganchado de Cablevisión y mi celular es de última generación. Eso me da mucho tiempo de ocio que aprovecho para ir a hacer estragos a la cancha, romperle la cabeza a un antagonista o a un policía (¡¡¡ Cómo odio a estos últimos...!!!), embriagarme, y mostrar mis ostentosos tatuajes.
Me gusta romper los trenes, las plazas, las bolsas de basura y hacer pintadas en algún edificio público. El concepto de espacio público no forma parte de mi acervo.
En la heladera tengo un amplio surtido de vinos y cervezas. En una cajita guardo el paco y la merca.
De mi pared cuelga un póster del Che Guevara. No sé muy bien quién es ni lo que hizo este barbudo pero yo lo admiro porque me siento parte y protagonista de algo.
De la alimentación de mis vástagos, se ocupa la escuela pública y si alguna maestra se atreve a querer disciplinarlo, allí estaré yo para pegarle una trompada.... ¿quién se cree que es...?
A veces los llevo a las marchas para que vayan absorbiendo la cultura piquetera y los uso como escudos humanos si los ratis se ponen pesados.
Mi vida transcurre entre cogidas con mi jermu, alguna compañera de las marchas, o cualquier puta de Constitución.
Debo confesar que a veces también miro a mis hijas con ojos libidinosos. ¡ Eh... ! No me juzgue, porque al fin y al cabo son mías. Yo soy su padre.
A veces me pega mal la merca y salgo a hacer "algún hecho"... entiéndase, a afanar. Prefiero como víctimas los pendejos que salen de la escuela o los jubilados, porque esos no saben defenderse. Es fácil.
Si se me da por trabajar, lo hago sólo por unos días y nunca trabajo los lunes. Es San Perón. El tema es que no puedo trabajar en blanco porque pierdo los planes sociales y eso es mala palabra para mí.
Las jodas comienzan los viernes, sacó mis potentes bafles, hago sonar pibes Chorros" o "El Polaco" y comienzo a intoxicarme.
Asado todos los fines de semana y dada la resaca, los lunes duermo hasta tarde.
Si existe algo que me perjudica o no me gusta, salgo con los compañeros a cortar calles, vías y siempre tengo un arsenal de piedras para repartir a quien le moleste.
Me río de los imbéciles que trabajan y pagan sus impuestos porque gracias a ellos yo puedo seguir adelante con mi cómoda vida.
El Estado me garantiza libertad de acción y si caigo a la Tumba (prisión) por algún motivo, sé que las benignas leyes y los derechos humanos, me amparan.
Este sistema es un paraíso para mí y siempre los peronistas tendrán mi voto. Y como cada día somos mas, gracias a que no hacemos otra cosa que "darle" a las negras, los peronistas seguirán gobernando. Y si por casualidad llegaran a caer, me encargaré por todos los medios de sostenerlos en el poder.
No tengo mucho mas que ampliar. Se acerca el fin de semana y ni hablar, se acerca el mundial...!!!
Sacaré a relucir mi camiseta de $ 400 y la bandera argentina. Jua...! Si el creador de la bandera supiera que todo su trabajo, tesón y renunciamiento sólo sirvieron para que yo existiera, se volvería a morir.
¡ Qué me importa...! Además ese Belgrano (creo que así se llamaba), era rubio y tenía ojos azules. ¡¡¡ Qué asco...!!!
Me importa lo mismo que me importas vos. Ni hablar si sos blanco. Si sos blanco, te odio más. Por eso, cada vez que me mires de soslayo y arrugues la nariz, cada vez que una negra embarazada esté a punto de parir, cada vez que te corten una calle o una vía, o te rompan la vereda, te ensucien, te pinten la casa, no te dejen dormir con la música, te afanen, te pisen, te escupan, tenés que recordar que yo existo gracias a vos y a tus impuestos...
¡¡¡ BLANCO DE MIERDA !!!!
luego de leerlo, penso en la publicidad de Puertas Pentágono, que pasan (o pasaban) a diario en el noticiero de Telefe al mediodía...
Desde La otra vereda nos preguntamos... así es como queremos que nos "muestren la realidad". Nosotros sabemos, y ustedes también, que las cosas no son así y sin embargo... ¿hacemos algo para cambiarlo? Mucha gente se traga este discurso sin cuestionarse, y eso es lo más triste!
Aca les dejamos un poema sacado de un grupo de facebook, que desde una mirada artística nos muestra otra perspectiva, mucho más interesante.
Tómense un minuto, vale la pena!
http://www.facebook.com/home.php?#!/?page=3&sk=messages&tid=1374035866980 (12/5/10)
La luna con gatillo (Raúl González Tuñón)
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.
El carpintero ha hecho esta mesa
verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.
El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.
Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.
Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.
Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.
¿Comprendéis por qué
el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?
He marchado detrás de los obreros lúcidos
y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.
El poeta es siempre poeta
pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.
Yo los seguí
y ellos me siguieron.
¡Ahí está la cosa!
Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.
Digo al pequeño cura
y al ateo de rebotica
y al ensayista,
al neutral,
al solemne
y al frívolo,
al notario y a la corista,
al buen enterrador,
al silencioso vecino del tercero,
a mi amiga que toca el acordeón:
-Mirad la mosca aplastada
bajo la campana de vidrio.
No quiero ser la mosca aplastada.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
No quiero ser abeja.
No quiero ser únicamente cigarra.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
y no quiero ser, jamás,
una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.
Ni colmena, ni hormiguero,
no comparéis a los hombres
nada más que con los hombres.
Dadle al hombre todo lo que necesite.
Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.
Tengo derecho al vino,
al aceite, al Museo,
a la Enciclopedia Británica,
a un lugar en el ómnibus,
a un parque abandonado,
a un muelle,
a una azucena,
a salir,
a quedarme,
a bailar sobre la piel
del Último Hombre Antiguo,
con mi esqueleto nuevo,
cubierto con piel nueva
de hombre flamante.
No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!
No. No se puede ser libre enteramente
ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.
Subiré al cielo,
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.
(Foto subida a nuestro grupo de facebook "Sabes cuanta calle te hace falta..." por Florencia Juarez)
Esperamos sus comentarios! Si leíste ambas posturas y estás de acuerdo con alguna, nos gustaría saberlo. Si pensás como nosotros y estás de acuerdo en que es necesario hacer algo para cambiar la realidad, o el punto de vista, sumate!! y si no estás de acuerdo, te invitamos a reflexionar un poco y a cruzarte de vereda, a ponerte en la piel del otro y repensar tu postura.
Todo comentario, sugerencia bienvenido!! espero que les guste y hayan llegado hasta el final! jaja
Saludosss
La otra vereda
El problema es que nos gusta demasiado no hacer nada : corremos el 20 de junio porque es domingo y asi no laburamos el lunes , ganó Argentina , no trabajamos y vamos al obelisco, cualquier excusa es válida. El país debe ser reconstruído por nosotros , la culpa no la tienen solamente los que nos gobiernan sino nosotros que creamos estos monstruos que nos ahogan con su demagogia
ResponderEliminartenes mucha razon, los que tienen esa otra mirada son los que no se tienen que quedar con esa actitud snob y conformista o critica intelectualoide si no hace nada por cambiarlo...
ResponderEliminarcreo que se pueden hacer muchas cosas desde cada humilde lugar, desde un pequeño blog, escribiendo, con producciones audiovisuales que muestren otras aristas, en fin, haciendo ruido, no dejandose estar
ojala sirva, pero emprender ese camino y tener esa mirada ya es un gran paso
el tema es no conformarse con eso y compartirlo con los demas, y generar el cambio